El mármol es un material muy usado en viviendas y locales por su belleza y durabilidad, y su mantenimiento es muy sencillo… pero su aspecto puede empeorar muy rápido si se desconoce su mantenimiento y limpieza.

Lo primero que debemos saber es que el marmol es muy sensible a detergentes con PH ácidos (por debajo de 7), como puede ser el vinagre, antical o salfumán. Tambien es sensible a producos fuertemente alcalinos como la legía o sosa caustica, pero… ¿le afecta el amoniaco?.

El mármol, cuando esta recien puesto o tras un tratamiento de abrillantado presenta un caracteristico efecto espejo que pierde poco a poco con el paso del tiempo debido al desgaste del uso o por utilizar un producto de limpieza no adecuado. En el mercado hay muchos productos especificos para su limpieza pero, veremos que no es necesario gastar dinero en estos productos.

1º Frecuenca de limpieza. La frecuencia de la limpieza viene dado por la hubicación y uso del mismo, no siendo igua la frecuencia en un piso en la ciudad, que en una oficina a pie de calle, pero debemos elegir un detergente neutro no amoniacal para su limpieza, y siempre respetar la dosis indicada por el fabricante.

2º Detergente. Como hemos dicho, lo ideal es un detergente de PH neutro no amoniacal (la mayoria de fregasuelos). Son detergentes no energicos que limpiarán la suciedad no resistente y alargarán el aspecto de nuevo. Regularmente, cada tres o cuatro limpiezas, podemos intercalar una limpieza con amoniaco, pero teniendo las siguientes precauciones:

– La limpieza con amoniaco en dosis elevadas puede apagar el brillo. Debemos usar una dosis ligeramente inferior a la que indica el fabricante.

– En caso de utilizar una dosis mayor o producirse un derrame, aclarar la superficie con un cubo con agua.

– El efecto puede no verse inmediato, pero tras varias limpiezas usando amoniaco se apreciará una limpieza más profunda, y no habrá perdido el brillo.

3º Abrillantado: El mármol, al cabo de unos años, se mostrará con un brillo apagado. Será el momento de abrillantarlo para devolver su aspecto de nuevo. No es necesario encerar o acristalar a no ser que se encuentre muy dañado, normalmente con abrillantarlo será suficiente.